Cuidado capilar

Levadura de cerveza para cabello y uñas: mi experiencia

Seguro que muchas de vosotras habéis oído hablar de la levadura de cerveza, o la habéis visto en herbolarios o supermercados. A mi nunca me había llamado mucho la atención, hasta que en un época de estrés empecé a sufrir caída de cabello exagerada y empecé a tomarla. Hoy os voy a contar por encima los beneficios que he leído que tiene (yo no soy profesional de salud humana por lo tanto mi opinión es la de una aficionada) y qué resultado he obtenido.

 

Antes de empezar me gustaría contaros que la levadura de cerveza es, resumidamente, el fermento que se obtiene en la descomposición del gluten de la cebada.
Podemos leer numerosos efectos beneficiosos de este fermento en Internet, tales como:
– Equilibra el metabolisto.
– Contrarresta el estrés, la ansiedad y la depresión.
– Prevención de afecciones vasculares por su contenido en ácido fólico.
– Gran contenido en vitamina B y mantenimiento de cabello y uñas fuertes.
 
Podéis encontrar muchos más, pero yo empecé a tomarla principalmente por los efectos que decía tener sobre cabello, uñas y piel y me voy a centrar en eso.
En concreto, yo he tomado la levadura de cerveza presentada en comprimidos, pero también podéis encontrarla como polvo suelto. Mi levadura de cerveza es la que veis a continuación en la fotografía, se llama Levasol y es de laboratorios Ynsadiet. 


Mi bote trae 500 comprimidos y las cantidades a tomar al día son de 6 a 9 comprimidos, coincidiendo con las comidas principales del día. Yo tomo 2 comprimidos en el desayuno, 2 en la comida y otros 2 en la cena pero podrían tomarse hasta 3 en cada comida.

El precio ronda los 7-8€ y aunque lo compré en un herbolario, lo tenéis en tiendas online como por ejemplo en este enlace.
De todas formas ahora mismo es muy fácil encontrar un producto parecido. Por ejemplo en Mercadona tenéis la levadura de cerveza en cajas de 60 comprimidos por 4,50€ o en botes de levadura soluble por 3,50€.

 

Como podéis ver son comprimidos de un tamaño cómodo para ingerirlos fácilmente y a mi me dura un bote dos meses y medio aproximadamente. No tienen ningún sabor y hay que tomarlos sin disolverlos.

Y ahora vamos a lo importante, ¿qué efectos he notado?
Aunque principalmente lo tomé para fortalecer el pelo y frenar la caída del cabello, no es en ese punto donde he notado grandes cambios.
Sí es verdad que la caída se frenó, pero también pasó la época de estrés, así que no puedo otorgarle a la levadura el mérito porque creo que sobre todo influyó que yo estaba más relajada.
Sin embargo donde sí he notado una gran, gran mejoría  ha sido en las uñas. Comenzaron a crecerme más, más rápido y mucho más fuertes y sanas. La verdad es que no esperaba ver tanto efecto y me quedé muy contenta.



Hay que tener en cuenta que estos efectos no se notan desde el primer día que tomamos la levadura, si no que tardan una o dos semanas en comenzar a verse resultados.
 
Así que mi conclusión sería que lo probaseis si tenéis uñas quebradizas o débiles, o no os crecen todo lo rápido o en la longitud que queréis porque quizás obtengáis unos resultados que os sorprendan como a mí.
 
Antes de terminar os diría que os informéis si seguís algún tipo de dieta o tenéis algún problema metabólico, de huesos, nervioso, etc, porque desconozco si tiene contraindicaciones en personas que padezcan algún tipo de alteración.
 
¿Qué os parece? ¿Habéis probado alguna vez la levadura de cerveza? ¡Hasta la próxima!
 
 
 

13 comentarios sobre “Levadura de cerveza para cabello y uñas: mi experiencia

  1. En épocas leía algo sobre la levadura de cerveza per nunca lo probé. La caída de pelo que sufro yo también en épocas me deprime tanto que precisamente no ayuda a frenarlo. Lo probaré sin duda.
    Excelente review como siempre. Un besito guapa! 😀

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  2. Empecé a tomarla una vez pero no fui constante, una que era en polvo y bastante engorrosa. Alguna vez me lo he planteado, de cara a primavera y otoño, pero no se quien me dijo una vez que también hacía crecer más el vello y desistí (no se hasta que punto).

    ¡Un besote!

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  3. Creo que la que yo tomé es la misma que comenta Diana y me pasó igual, no fui constante y me daba bastante pereza porque no era nada cómodo. En pastillas seguro que sería más puntual que con la fórmula soluble, porque además daba un regusto terrible a todo y eso sí que terminaba por quitarme las ganas.
    Quizá ahora con el cambio de estación, ataque de nuevo, a ver qué tal va mi cuerpo a solas y en función de eso, decido. Pero me gusta saber que te ha funcionado, que mis uñas de vez en cuando se ponen en modo rebelde y se capean mucho.

    Besinos 🙂

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